martes, julio 04, 2006

Mú, el Continente perdido

«He oído hablar tanto sobre la Atlántida que me apetecía aportar mi propia versión del tema» HP
Cerrando un gran ciclo el álbum nos lleva al principio de la Historia, a aquellos álbumes en los que a primera vista se ve que Corto es un aventurero. Bajo el signo de Capricornio ya nos adelantaba la intención de Pratt de realizar Mú. Aunque en estos primeros números no se aclara nada respecto a la posición del “continente perdido”. Una previa búsqueda infructuosa que tendrá su fin en Mú donde volvemos a encontrarnos con Tristán Bantam, ahora miembro de la universidad de Cambridge. Rasputín más cómico que nunca y alejado del asesino despiado que fue, Boca Dorada, Steiner, Leví Columbia... Junto a otros personajes nuevos como Dandy–Roll, creado ex profeso para esta historia y como homenaje a Lyman Young, o Tracy Eberhard, prácticamente caída del cielo. Desgraciadamente ya no son los personajes que fueron, ni tan siquiera gráficamente, presentándose ahora mucho más desdibujados y carentes por momentos de la personalidad que les había caracterizado. A la par de una esquematización excesiva de la personalidad de los personajes el dibujo es demasiado iconográfico chocando por momentos con las imágenes del fondo más trabajadas.
El autor de este libro es un Pratt cansado. A primera vista podría parecer incluso falto de ideas, sin embargo creemos que más bien lo que ocurre es que existe un planteamiento previo demasiado ambicioso que no encuentra salida más que en el empleo de fórmulas muy imaginativas llegando por momentos a confundir al lector. Desde luego no es la mejor historia de Corto pero admite e incluso necesita una segunda y tercera lecturas donde los hechos van encontrando poco a poco su razón de ser. Muchas eran las posibilidades que barajaba el autor para finalizar el ciclo de aventuras de Corto. Entre sus muchas ideas pretendía continuar narrando la juventud o bien dibujar la continuación para Las Helvéticas. Otras ideas le venían a la mente como la de realizar una historieta ambientada en Guatemala o hacer partir a corto en busca de una ciudad perdida en Indonesia. Al final ni unas ideas ni las otras pero de alguna manera un poco de todas ellas se mezclan en Mú donde encontramos una fabulosa condensación de elementos fantásticos y oníricos que terminan rallando en la locura. Al fin y al cabo como reza la frase que introduce este apartado Pratt hizo Mú por que le dio la gana, tal vez intuyendo que iba a ser la última historia de Corto y contradiciendo a su vez aquellas palabras en las que un tanto bravuconamente afirmaba dibujar cómics sólo por el dinero. En Mú se da el gustazo de transgredir todas las normas de la lógica aunque manteniendo las propias bases de la narrativa en el cómic.
La publicación de esta historia tuvo dos momentos. La primera parte se publicó en la revista italiana Corto Maltese entre los años 1988 y 1989, comprendiendo las 48 primeras planchas. Que son las, digamos, más racionales. Éstas páginas comienzan con Corto embutido en una escafandra, lo que cierra otro círculo, mucho más personal para Pratt y ajeno a los lectores de esta historia. Nos referimos a que Pratt contaba que uno de los primeros dibujos que recuerda haber hecho en su infancia fue la figura de un buzo. Éstas primeras planchas terminan con una nota que nos advierte que va a comenzar «La más extraña aventura de Corto Maltés». Razón no le falta, no.
El final de la historia se haría esperar hasta el año 1991, pudiendo ver la edición completa realizada por Casterman en el año 1992. En conclusión nos encontramos ante el título en apariencia más pobre de la serie que puede llegar a decepcionar. Pero Pratt es más que nunca consciente de sus lectores y nos quiere imbuir en toda esa fantasía al igual que adormece a sus personajes para que puedan creer cuanto van a vivir, luego hace comer a Corto hongos “mágicos”, al igual que hiciera Carrol con Alicia, mucho menos inocentes que los del País de las Maravillas.

7 comentarios:

Elisabeth Nogales dijo...

me ha gustado mucho viajar por sus libros en el sofa,creo que yo tambien me enamore de el.

corto maltese!!

Elisabeth Nogales dijo...

me ha gustado mucho viajar por sus libros en el sofa,creo que yo tambien me enamore de el.

corto maltese!!

Elisabeth Nogales dijo...

me ha gustado mucho viajar por sus libros en el sofa,creo que yo tambien me enamore de el.

corto maltese!!

Anónimo dijo...

¿Este blog todavía está vivo? Si escribo en alguna de estas entradas un comentario, ¿contestas? ¿Puedo en tal caso escribir en cualquiera?
Un saludo. Espero...

Anónimo dijo...

¿AlÒ? ¿Está vivo el blog, o no ? Soy el del otro día; no quisiera escribir para no ser leído por nadie. ¿Hay vida tras la pantalla?

Carlos Alberto Pareja-Obregón dijo...

Por aquí aparece un fantasma que ronda una cada abandonada, pero atento
...ha entrado alguien!
Estará dispuesto a hablar?

Carlos Alberto Pareja-Obregón dijo...

El blog está al parecer abandonado, como aquella casa de la calle Mobley...
Pero hace tiempo que ronda este fantasma a la espera de algún incautó que me quiera hablar...